PRECURSORES DE LA VITICULTURA CHILENA

Patricia Arancibia Clavel

El verdadero precursor de la viticultura chilena fue Rodrigo de Araya, conquistador que llegó como mayordomo de Pedro de Valdivia recibiendo de este una encomienda en las tierras de El Salto, al norte de Santiago. Allí comenzó a producir vino de manera sistemática, siendo a poco andar, imitado por otros vecinos y encomenderos a lo largo del territorio. De hecho, como testimonia el cronista Jerónimo de Vivar, hacia 1558 había en Chile tal abundancia de viñas «como en ninguna parte de Indias», haciéndose tanto vino que «bastaba para esta gobernación y para proveer a otras partes».


Junto con Rodrigo de Araya, los primeros productores vitivinícolas chilenos fueron Francisco de Aguirre, Juan de Jufré, Bartolomé Flores y Diego García. Este último plantó su viña en el centro de Santiago, vendiendo su producto, entre otros, a miembros de la Iglesia para que celebraran el culto.


PRIMERA COMPRA DE VINO
La primera compra autorizada por el Cabildo (Municipalidad) de Santiago, se efectuó en 1555
y fue equivalente a la cantidad de uva necesaria para hacer de ellas dos botijas de vino.
Eugenio Pereira Salas, Apuntes para la historia de la cocina chilena, 1977.